El betabel nunca fue de mis vegetales favoritos, de hecho no lo empecé a comer hasta hace como dos años, así que dure más de veinte años sin haberlo probado. Me acuerdo en un viaje a Roma con mi familia cuando yo tenía trece años que todos los días en el desayuno del hotel, que era un buffet inmenso repleto de todo lo que te pudieras imaginar, había una barra de frutas y vegetales y siempre había betabel.
Todos los días que estuvimos en ese hotel mi hermana desayunaba betabel con limón, a mí se me hacía la cosa más rara del mundo, porque había cosas deliciosas, miles de panes salados y dulces, postres, huevos en mil y una formas y miles de cosas más.
Yo creo que “mi odio” al betabel empezó desde el incidente de la pared morada -que fue manchada de betabel - cuando yo era bebe. Dice mi mamá que aventaba tan fuerte el betabel y tan lejos que nunca me lo intento dar otra vez, aunque yo creo que solo quería una pared color morado, ya dos se le hacía mucho.
Cuando por fin le di oportunidad al betabel me encantó, no podía creer que era verdad lo que me decían que el betabel sabía a elotitos, yo siempre pensé que era broma o una mentirita blanca para que me animara y lo probara. Todo empezó en la cena de Navidad hace dos años, yo era la encargada de todos los acompañamientos y encontré en internet una receta de unos vegetales rostizados al horno y uno de esos vegetales era betabel. No sé cómo fue que decidí darles una oportunidad en la cena de Navidad y ¡qué bueno que lo hice! Los vegetales quedaron deliciosos y desde ahí siempre buscaba recetas nuevas para hacer con betabel.
Esta receta la inventé porque quería algo distinto al betabel horneado, o al vapor y no tenía ganas de hacer chips de betabel y como ayer en el festejo de cumpleaños de mi papá estuve tentada a pedir un carpaccio de salmón pero en vez pedimos un churrasco me quede con las ganas y creo que de ahí salió la inspiración.
Ingredientes:
1 betabel grande, sin los tallos y pelado
El jugo de 3 limones
Aceite de oliva
Vinagre balsámico
Hojas de albahaca fresca
Hojas de menta fresca
Sal y pimienta
Elaboración:
Se cortan los tallos del betabel con el cuchillo y se pela. Las manos les van a quedar rosas o moradas, es normal, se quita después de cómo 4 o 5 lavadas.
Se que parece sangre lo que traigo en el dedo en la foto del medio pero es el colorantes del betabel
Con una mandolina o con un cuchillo afilado se cortan láminas muy delgadas del carpaccio y se van acomodando en un plato. Cuando ya se acomodaron todas las láminas se exprimen los limones por todo el plato y agregamos un chorrito de aceite de oliva y otro poquito menos de vinagre balsámico.
Aderezamos con sal y pimienta y para darle los toques finales adornamos con las hojas frescas de albahaca y menta. Lo dejan reposar por media hora como mínimo para que el betabel tenga tiempo de absorber el jugo de limón y los demás sabores.
Después de que reposo por media hora el jugo de limón se pinta de morado